PEDIATRÍA
Nuevas directrices de NICE sobre manejo de bronquiolitis en niños
La bronquiolitis es la enfermedad más común del tracto respiratorio inferior en el primer año de vida.En esta guía de NICE se brindan recomendaciones sobre evaluación, diagnóstico, hospitalización y gestión de esta patología.
La bronquiolitis, la enfermedad más común del tracto respiratorio inferior durante el primer año de vida, afecta a 1 de cada 3 bebés. En atención primaria, esta afección a menudo se confunde con un resfriado común, pero la presencia de signos de las vías respiratorias inferiores (sibilancias y/o crepitantes en la auscultación) en un bebé durante el otoño o invierno sería coherente con este diagnóstico clínico. Si bien en la mayoría de los niños, los síntomas son leves y el cuadro dura pocos días,
hay entre 2 y 3% de casos graves por año que requieren hospitalización. Ahora, el National Institute for Health and Care Excellence
(NICE) presentó la
"Guía para el manejo de la bronquiolitis en niños",
con directrices sobre la evaluación, diagnóstico, hospitalización y gestión esta patología. Según sus autores, estas recomendaciones son muy necesarias porque suele haber incertidumbre clínica acerca de la predicción de deterioro en los niños con bronquiolitis.
Conforme a estos expertos del Reino Unido,
esta patología se produce en menores de 2 años y con mayor frecuencia en el primer año de vida, con un pico entre los 3 y 6 meses. Los síntomas suelen durar entre 3 -5 días, aunque en el 90% de los niños la tos desaparece dentro de las 3 semanas.
En lo que se refiere al diagnóstico, dicen que debe coincidir si el niño tiene un pródromo de coriza de 1 a 3 días, seguido de tos persistente (taquipnea o recesión de pecho, o ambos) y sibilancias o crepitaciones (o ambos) en la auscultación del pecho. Además, o
tros de los síntomas son: fiebre en el 30% de los casos (por lo general menor a 39°C), y mala alimentación normalmente después de 3 a 5 días de la enfermedad. Y en los casos de bebés menores a 6 meses de edad pueden presentar apneas sin otros signos clínicos.
Asimismo, NICE manifiesta que deben tener atención hospitalaria inmediata los niños con bronquiolitis que sufran apnea (observada o informada), dificultad respiratoria grave, o una frecuencia respiratoria de más de 70 respiraciones por minuto, cianosis central, saturación de oxígeno persistente de menos de 92% al respirar, e ingesta inadecuada de líquidos por vía oral (50-75% del volumen habitual). Y recomiendan la atención secundaria en los casos de: enfermedad pulmonar crónica, cardiopatía congénita hemodinámicamente significativa, nacimiento prematuro(menor a 32 semanas), trastornos neuromusculares, e inmunodeficiencia. En lo que se refiere a su manejo, esta guía sugiere no realizar fisioterapia respiratoria en los niños con bronquiolitis que no tienen comorbilidades relevantes (por ejemplo: atrofia muscular espinal, traqueomalacia grave). P
or otra parte, hace hincapié en que no se deben utilizar los siguientes medicamentos para tratar la bronquiolitis en niños: antibióticos, solución salina hipertónica adrenalina (nebulizado), broncodilatadores, y corticosteroides sistémicos o inhalados.
Otras de las directrices importantes es dar oxígeno suplementario a los menores con bronquiolitis, si su saturación de oxígeno es persistentemente inferior al 92%. Y considerar la presión positiva continua en la vía aérea en niños con bronquiolitis que tienen insuficiencia respiratoria . En lo que se refiere a la aspiración de vía aérea superior, se debe estimar en niños con dificultad respiratoria o gran cantidad de secreciones.
Los médicos también deben evaluar la realización de pruebas de gases en sangre capilar en niños con empeoramiento o severa dificultad respiratoria (cuando la concentración de oxígeno suplementario es superior al 50%) o sospecha de insuficiencia respiratoria inminente. Dentro de las últimas recomendaciones se incluyen dar líquidos por sonda nasogástrica u orogástrica en niños con bronquiolitis si no pueden tomar suficiente líquido por la boca, así como líquidos isotónicos intravenosos a los que: no toleran fluidos nasogástrico u orogástricos o tienen insuficiencia respiratoria inminente.