Ingresar a RIMA

Regístrese

  • Por favor ingrese su Código Llave

 

ESTUDIO EN ESPAÑA
Las mujeres sufren más accidentes laborales y enfermedades profesionales que los hombres
El riesgo relativo puede ser de hasta casi un 50% más alto en mujeres que en hombres.


Las mujeres sufren más accidentes laborales y enfermedades profesionales que los hombres en la mayoría de ramas de actividad y ocupaciones y el riesgo relativo puede ser de hasta casi un 50% más alto en mujeres que en hombres.

Algunas de las explicaciones para estas diferencias son la segregación en el ámbito laboral -confinadas a una gama más estrecha de ocupaciones que los hombres y a puestos de trabajo inferiores- que haría que tuvieran una exposición dispar a factores de riesgo, condiciones de trabajo y de vida. Además, los aparatos que muchas veces manipulan están concebidos para los hombres por lo que pueden no ser aptos para mujeres. Otra posible explicación es la falta de adecuación de los recursos preventivos o peores condiciones laborales para las mujeres. Asimismo, las mujeres acumulan adicionalmente la confluencia de trabajo remunerado y no remunerado (doble o triple jornada) y los roles de género en el hogar o la responsabilidad en el trabajo pueden ser factores estresantes.

Así lo sugiere el estudio "Differences in the Recognition of Occupational Diseases by Sex, Occupation and Business Activity in Spain (1990-2009)" (Rev Esp Salud Pública, 91, 2017). elaborado por la Subdirección General de Sanidad Ambiental y Salud Laboral y el Centro de Alertas del Ministerio de Sanidad y el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III de España.

Se partió de la base de que, según las estadísticas oficiales, los hombres sufren más enfermedades profesionales (EEPP) que las mujeres. No obstante, cuando se estratifican las tasas por variables como el tipo de ocupación o el tipo de enfermedad declarada se observa que la distribución de EEPP es tan variada entre hombres y mujeres que la interpretación de los datos agregados no resulta útil ni adecuada.

Es por eso que se concluyó que las estimaciones de riesgo de EEPP por sexo sin la consideración de la desigual distribución y participación en el mundo laboral conducen a una evaluación errónea de los riesgos profesionales.

El objetivo de este estudio fue valorar cómo afecta el sexo al reconocimiento de EEPP en España, identificando posibles factores de interacción/confusión. Para eso se estudió la incidencia de las EEPP declaradas a través del Parte Oficial durante el período de 1999 al 2009, proporcionados por la Subdirección General de Estadísticas Sociales y Laborales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Las variables incluidas fueron: año de declaración, sexo, edad, ocupación y actividad económica de la empresa. Se calcularon tasas y riesgos relativos (RR) crudos de EEPP por cada variable. Se estimaron los RR ajustados mediante análisis bivariable y multivariante de Poisson. Como resultado se halló que durante 1999-2009 se notificaron en España 243.310 EEPP, con una razón de tasas hombres/mujeres de 1,07. Hubo correlación entre la ocupación y la actividad de la empresa, por lo que se analizaron las EEPP según estas variables por separado. Por ocupación, los hombres presentaron un RR crudo de 1,067 (IC95%:1,058-1,076) frente a las mujeres, mientras que al ajustar por todas las variables del modelo el RR fue de 0,507 (IC95%:0,502-0,512). Por actividad, el sentido del riesgo también se invirtió en el análisis ajustado para el sexo (RRc=1,065, IC95%:1,056-1,074 frente a 0,632, IC95%:0,626-0,638).

Aunque las tasas crudas de EEPP son inferiores en mujeres que en hombres durante el periodo 1999-2009 en España, al ajustar estas tasas por la actividad de la empresa o la ocupación del trabajador, la edad y el año de declaración, los RR pasan a ser casi un 50% superiores en mujeres que en hombres para la mayoría de ocupaciones y tipos de actividad de la empresa.

Como quedó demostrado en el estudio, existen diferencias geográficas, por edad, sexo, actividad económica y ocupación que necesitan ser explicadas incorporando un enfoque de salud pública (que incluya el género) en los estudios de salud laboral.

Introducir esta (y otras) mejoras en el conocimiento de las EEPP permite que cada vez sean más frecuentes en la literatura científica estudios de salud laboral que incorporan un enfoque de género (y otros determinantes sociales), esencial para el conocimiento de las mismas pero, sobre todo, para reorientar la práctica preventiva y las políticas de salud laboral. Lo contrario, desconocer las diferencias y no cuantificarlas, puede conllevar una discriminación silente de género que cronifique los problemas específicos de hombres y mujeres en el ámbito laboral.