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Estudio de aleatorización mendeliano

Cuantos más años de educación tengan las personas tienen menos riesgo de desarrollar enfermedad coronaria
Recibir educación durante muchos años puede redundar en otros beneficios para la salud.


Tener pocos años de educación aumenta los riesgos de padecer enfermedad coronaria, por lo que a mayor cantidad de años de instrucción, menores son los riesgos de desarrollar esta enfermedad. Recibir educación durante muchos años puede redundar en otros beneficios para la salud.

Así lo sugiere el estudio "Education and coronary heart disease: mendelian randomisation study" (British Medical Journal; 358 (8119) Págs: j3542; 2017), elaborado por el Hospital Universitario de Lausanne; la Universidad Vrije de Amsterdam; el Instituto Nacional de Salud Pública de república Checa y la University College de Londres. 

El objetivo que se propuso el estudio fue el de determinar si el logro educativo es un factor de riesgo causal en el desarrollo de la enfermedad coronaria.

Para eso se realizó un estudio de aleatorización mendeliana, utilizando datos genéticos como “proxies” para la educación para minimizar la confusión.

El análisis principal utilizó datos genéticos de dos grandes consorcios que incluían 112 estudios de países de altos ingresos. Los resultados de los análisis de aleatorización mendeliana se compararon con los resultados de estudios observacionales tradicionales (164 170 participantes). Por último, se analizaron los datos genéticos de seis consorcios adicionales para investigar si una educación más larga puede alterar causalmente los factores de riesgo cardiovasculares comunes.

El análisis principal estudió a 543 733 hombres y mujeres predominantemente de origen europeo.

Entre los resultados, se halló que la predisposición genética y 3,6 años de educación adicional se asociaron con un riesgo un tercio menor de enfermedad coronaria (odds ratio 0,67; intervalo de confianza del 95%: 0,59 a 0,77; P = 3 × 10-8). Esto fue comparable a los resultados de los estudios observacionales tradicionales (odds ratio de prevalencia 0,73, 0,68 a 0,78, odds ratio de incidencia de 0,80, 0,76 a 0,83). Los análisis de sensibilidad fueron consistentes con una interpretación causal en la cual el sesgo mayor de la pleiotropía genética era improbable, aunque esto sigue siendo una posibilidad inestable. La predisposición genética a una educación más larga se asoció adicionalmente con menos hábitos tabáquicos, menor índice de masa corporal y un perfil lipídico en la sangre favorable.

Como conclusión, el estudio ratificó la hipótesis de que la baja educación es un factor de riesgo causal en el desarrollo de la enfermedad coronaria. Los mecanismos potenciales podrían incluir el tabaquismo, el índice de masa corporal y los lípidos en sangre. En conjunto con los resultados de estudios con otros diseños, estos hallazgos sugieren que el aumento de la educación puede resultar en beneficios de salud sustanciales.

Por lo tanto, aumentar el número de años que las personas pasan en el sistema educativo puede reducir de manera sustancial su riesgo de desarrollar posteriormente una enfermedad coronaria. Estos hallazgos deberían estimular las discusiones políticas sobre el aumento del logro educativo en la población en general para mejorar la salud de la población.