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Prospective Urban Rural Epidemiology (PURE)
Consumir frutas, verduras y legumbres se asoció con menor riesgo de mortalidad
La ingesta de carbohidratos, en tanto, se asoció con un mayor riesgo de mortalidad.


El consumo de frutas, verduras y legumbres se asoció con un menor riesgo de mortalidad, mientras que el consumo de carbohidratos se asoció con un mayor riesgo de mortalidad y la grasa saturada tuvo una asociación inversa con el accidente cerebrovascular.

Así lo aseguran los informes “Associations of fats and carbohydrate intake with cardiovascular disease and mortality in 18 countries from five continents (PURE): a prospective cohort study” (The Lancet; 390 (10107 ) Págs: 2050 - 2062; 2017) y “Fruit, vegetable, and legume intake, and cardiovascular disease and deaths in 18 countries (PURE): a prospective cohort study” (The Lancet; 390 (10107) Págs: 2037 - 2049; 2017), elaborados por el  Population Health Research Institute, McMaster University, de Canada; la Academia de Ciencias de la Salud de Karnataka, de India y el National Center for Cardiovascular Disease, del Peking Union Medical College & Chinese Academy of Medical Sciences, entre otros organismos.

Los investigadores partieron del dato de que la asociación entre la ingesta de determinados alimentos y sus macronutrientes con enfermedades cardiovasculares y muertes se ha investigado extensamente en Europa, EE. UU., Japón y China, pero se dispone de poca o ninguna información del Medio Oriente, Sudamérica, África o el sur de Asia.

Por eso se iniciaron dos estudios en los que se utilizaron cuestionarios estandarizados para recopilar información sobre factores demográficos, estado socioeconómico (educación, ingresos y empleo), estilo de vida (fumar, actividad física e ingesta de alcohol), historial de salud y uso de medicamentos, y antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular en 18 países.

En uno de ellos, el período de seguimiento varió en función de la fecha en que comenzó la contratación en cada sitio o país. Los principales resultados clínicos fueron enfermedad cardiovascular importante (definida como muerte por causas cardiovasculares e infarto de miocardio no mortal, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca), infarto de miocardio fatal y no mortal, accidentes cerebrovasculares fatales y no fatales, mortalidad cardiovascular, no cardiovascular mortalidad y mortalidad total. Se usaron modelos de regresión de Cox con efectos aleatorios para evaluar las asociaciones entre el consumo de frutas, verduras y legumbres con el riesgo de eventos de enfermedad cardiovascular y mortalidad

Por otro lado, el estudio Prospective Urban Rural Epidemiology (PURE) es un gran estudio de cohorte epidemiológico de individuos de 35-70 años (inscritos entre el 1 de enero de 2003 y el 31 de marzo de 2013) en 18 países con una mediana de seguimiento de 7 · 4 años ( IQR 5 · 3-9 · 3). Se registró la ingesta dietética de 135335 individuos utilizando cuestionarios de frecuencia de alimentos validados.

Los resultados primarios fueron la mortalidad total y los principales eventos cardiovasculares (enfermedad cardiovascular mortal, infarto de miocardio no mortal, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca). Los resultados secundarios fueron todos los infartos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y la mortalidad por enfermedades no cardiovasculares. Los participantes se categorizaron en quintiles de ingesta de nutrientes (carbohidratos, grasas y proteínas) en función del porcentaje de energía aportada por los nutrientes.

Y como conclusión se encontró que el mayor consumo de frutas, verduras y legumbres se asoció con un menor riesgo de mortalidad no cardiovascular y mortalidad total. Los beneficios parecen ser máximos para la mortalidad no cardiovascular y la mortalidad total si se consumen de tres a cuatro porciones por día (equivalente a 375-500 g / día). Por otro lado, la ingesta alta de carbohidratos se asoció con un mayor riesgo de mortalidad total, mientras que la grasa total y los tipos de grasa individuales se relacionaron con una menor mortalidad total.