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ESTUDIO PUBLICADO POR JAMA
Consumir poco sodio, mucho omega 3 y semillas reduce la mortalidad por enfermedades cardiometabólicas
Ingerir determinados alimentos se asoció con un 45,4% de las muertes cardiometabólicas.


Ingerir determinado tipo de alimentos reduce la mortalidad cardiometabólica. Consumir poco sodio, muchos ácidos grasos y semillas, entre 10 factores dietéticos, se asoció con un 45,4% de las muertes por cardiopatía, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2.

Así lo asegura el estudio ”Association Between Dietary Factors and Mortality From Heart Disease, Stroke, and Type 2 Diabetes in the United States." (JAMA. 2017;317(9):912-924. doi:10.1001/jama.2017.0947) realizado por la Tufts Friedman School of Nutrition Science and Policy de Boston, Massachusetts; la Universidad de Cambridge, Inglaterra y el Montefiore Medical Center, Bronx, New York. Allí se propuso estimar las asociaciones de ingesta de 10 factores dietéticos específicos con mortalidad por cardiopatía, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2 (mortalidad cardiometabólica) en adultos.

Para realizar el estudio se utilizó un modelo comparativo de evaluación del riesgo y hábitos alimenticios de las Encuestas Nacionales de Exámenes de Salud y Nutrición de Estados Unidos (NHANES); asociaciones estimadas de dieta y enfermedad a partir de metaanálisis de estudios prospectivos y ensayos clínicos con análisis de validez para evaluar posibles sesgos y estimó la mortalidad nacional específica de la enfermedad del Centro Nacional de Estadísticas de Salud.

Una de las preguntas que guió la investigación fue: “¿Cuál es la mortalidad estimada por enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular o diabetes tipo 2 (muertes cardiometabólicas) asociada con una ingesta subóptima de 10 factores dietéticos en los Estados Unidos?”.

Y la respuesta principal fue: “En 2012, la ingesta subóptima de factores dietéticos se asoció con una estimación de 318 656 muertes cardiometabólicas, lo que representa el 45,4% de las muertes cardiometabólicas”.

En el estudio se estimó que las proporciones de muertes cardiometabólicas estaban relacionadas con el consumo excesivo de sodio, la ingesta insuficiente de nueces / semillas, el alto consumo de carnes procesadas y el bajo consumo de grasas omega-3 presentes en los mariscos.

En 2012, se produjeron 702 308 muertes cardiometabólicas en adultos de Estados Unidos, incluyendo 506 100 de enfermedades del corazón (371 266 enfermedades coronarias, 35 019 enfermedades cardíacas hipertensivas y 99 815 otras enfermedades cardiovasculares), 128 294 de accidente cerebrovascular (16 125 isquémicas, 32 591 hemorrágicas , Y 79 578 otros), y 67 914 de la diabetes tipo 2. De estos, 318.665 (45,4%) de muertes cardiometabólicas por año se asociaron con una ingesta subóptima de 10 factores dietéticos.

Estos 10 factores dietéticos asociados a enfermedades cardiometabólicas fueron: frutas, verduras, nueces / semillas, granos enteros, carnes rojas sin procesar, carnes procesadas, bebidas azucaradas (SSBs), grasas poliinsaturadas, grasas omega-3 de los mariscos y sodio.

El mayor número de defunciones cardiometabólicas relacionadas con la dieta se relacionó con altas concentraciones de sodio (66.508 muertes en 2012, 9.5% de todas las muertes cardiometabólicas), baja cantidad de frutas secas / semillas (59.374, 8.5%), altas cantidades de carnes procesadas (57.766, 8.2%), baja cantidad de hortalizas (53.410, 7,6%), baja cantidad de frutas (52.547, 7,5%) y alta cantidad de  SSB (51 694, 7,4%).

Como conclusión se estimó que casi la mitad de todas las muertes cardiometabólicas se asociaron con ingesta subóptima de 10 factores dietéticos en 2012. Por sexo, se encontró una mayor mortalidad relacionada con la dieta en hombres que en mujeres, en consonancia con hábitos dietéticos generalmente no saludables en hombres. La dieta subóptima también se asoció con una mayor mortalidad proporcional en edades más jóvenes, entre negros e hispanos versus blancos y entre individuos con educación baja y media versus educación alta.

Según se sugiere en el trabajo publicado en JAMA, los resultados deben ayudar a identificar las prioridades, guiar la planificación de la salud pública e informar estrategias para alterar los hábitos dietéticos y mejorar la salud.