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THE LANCET
Si se realiza un cribado puede detectarse quiénes tienen riesgo de fractura
También podría ser efectivo para reducir las fracturas de cadera.


Realizar un cribado sistemático en mujeres mayores con riesgo de fractura no sólo es posible sino que podría ser efectivo para reducir las fracturas de cadera.

Así lo sugiere el estudio “Screening in the community to reduce fractures in older women (SCOOP): a randomised controlled trial” (The Lancet; 391 (10122) Págs: 741 – 747; 2018), elaborado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de East Anglia, Norwich y los hospitales universitarios de Bristol, Gran Bretaña, entre otros organismos.

A pesar de que existen métodos de evaluación efectivos y medicamentos para combatir la osteoporosis y fracturas relacionadas, en la actualidad no se defiende el cribado de pacientes con riesgo de fracturas en el Reino Unido. Por eso, los investigadores se propusieron probar si una intervención de detección basada en la comunidad podría reducir las fracturas en mujeres mayores.

Con ese objetivo se realizó un ensayo aleatorizado de control de dos ramas en mujeres de 70-85 años para comparar un programa de detección utilizando la herramienta de evaluación de riesgo de fracturas (FRAX) con la conducta habitual. Las mujeres fueron reclutadas entre 100 médicos generalistas (GP) en siete regiones del Reino Unido: Birmingham, Bristol, Manchester, Norwich, Sheffield, Southampton y York. Se excluyeron Excluimos a las mujeres que actualmente recibían medicamentos antiosteoporóticos recetados y a cualquier persona que se considerara no apta para ingresar en un estudio de investigación (p. Ej., Demencia conocida, enfermedad terminal o duelo reciente).

El resultado primario fue la proporción de individuos que tuvieron una o más fracturas relacionadas con la osteoporosis durante un período de 5 años. En el grupo de cribado, se recomendó el tratamiento en mujeres con alto riesgo de fractura de cadera, de acuerdo con la probabilidad de fractura de cadera FRAX a los 10 años. Los resultados secundarios preespecificados fueron las proporciones de participantes que tuvieron al menos una fractura de cadera, cualquier fractura clínica o mortalidad; y el efecto del cribado sobre la ansiedad y la calidad de vida relacionada con la salud.

12.483 mujeres elegibles fueron identificadas y participaron en el ensayo. 6.233 mujeres fueron asignadas al azar al grupo de detección entre el 15 de abril de 2008 y el 2 de julio de 2009. Se recomendó tratamiento en 898 (14%) de 6.233 mujeres. El uso de medicamentos para la osteoporosis fue mayor al final del primer año en el grupo de cribado, en comparación con los controles (15% vs 4%), con una captación particularmente alta (78% a los 6 meses) en el subgrupo de cribado de alto riesgo.

El cribado no redujo el resultado primario de la incidencia de todas las fracturas relacionadas con la osteoporosis (cociente de riesgo [HR] 0,94, IC del 95% 0,85-1,03, p = 0,178), ni la incidencia global de todas las fracturas (0,94, 0,86-1,03, p = 0,183), pero el cribado redujo la incidencia de fracturas de cadera (0,72, 0,59-0,89, p = 0,002). No hubo evidencia de diferencias en la mortalidad, los niveles de ansiedad o la calidad de vida.

Como conclusión se halló que el programa de cribado sistemático basado en la comunidad del riesgo de fractura en mujeres mayores es factible y podría ser efectivo para reducir las fracturas de cadera.