Ingresar a RIMA

Regístrese

  • Por favor ingrese su Código Llave

 

THE LANCET GLOBAL HEALTH
Reducir un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no comunicables entre 2015 y 2030 impacta sustancialmente en la longevidad.
La reducción en enfermedad cardiovascular y cáncer son los principales objetivos.


Las enfermedades no comunicables (ENC) son la principal causa de muerte en todo el mundo y contribuyen con más del 70% del total de muertes estimadas en 2015. Por lo tanto, son una barrera para lograr un envejecimiento saludable. Entre el 2000 y el 2015 las muertes por ENC se incrementaron significativamente y un 38% de estas muertes se dieron en sujetos de 30 a 70 años, es decir, representan la carga de mortalidad prematura. En virtud que los factores ambientales y los estilos de vida no saludables son las principales causas de ENC, el programa de Objetivos de Desarrollo Sustentable de la Organización de Naciones Unidas propone abordar integralmente estos determinantes de enfermedad.

En este sentido, el estudio de Cao B y colaboradores “Effect on longevity of one-third reduction in premature mortality from non-communicable diseases by 2030: a global analysis of the Sustainable Development Goal health target” (Lancet Glob Health. 2018 Dec;6(12):e1288-e1296.), estimó la ganancia en años de vida, entre los 30 y 70 años de edad, en 183 países a partir de los datos de 2015 del WHO Global Health Estimates.

Los investigadores estimaron la mortalidad ajustada por edad atribuible a cada una de las principales ENC (enfermedad cardiovascular cáncer, enfermedad respiratoria crónica y diabetes) y evaluaron el impacto de una reducción del 30% de esta mortalidad sobre la longevidad en los países, agrupados por categorías de ingresos, según la clasificación del Banco Mundial proyectando los resultados entre 2015 y 2030.

Con estos datos estimaron que el objetivo de reducción del 30% sería factible a nivel global con una ganancia promedio de 0.64 años. La reducción de un tercio en la mortalidad prematura por cáncer podría conducir a beneficios en todos los países (ganancias de entre 0.13 a 0.48 años).  La reducción de la mortalidad prematura por enfermedad cardiovascular produciría una ganancia de 0.15 años en los países de altos ingresos y de 0.45 años en los de ingresos mediano-bajos. Esta marcada diferencia entre países se observa también en el caso de la diabetes y de la enfermedad respiratoria crónica. En este caso, el beneficio estimado puede ser de más del doble en los países de ingresos mediano-bajos comparados con los de altos ingresos. Estos resultados resaltan la variabilidad de las prevalencias de las diversas ENC e implican, por lo tanto, abordajes diferentes en cada caso.

En conclusión, este estudio aporta información a escala global sobre el impacto que las modificaciones de las condiciones de vida (factores ambientales y de estilo de vida) pueden tener sobre las ENC y su influencia sobre la longevidad de las poblaciones.