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Impacto del Neumococo en la Otitis Media Aguda |
El 75-80% de los niños a los 3 años de edad tuvieron por lo menos un episodio de otitis media aguda (OMA), y al cabo de¡ primer año de vida, un 25% de los lactantes tuvieron un episodio de otitis media aguda, por lo que es la enfermedad bacteriana más común en el paciente pediátrico, más allá de si existe o no el sobre diagnóstico. Un tercio de los pacientes ha presentado 3 episodios de OMA antes de los 3 años de edad, lo que da lugar a una patología nueva, la otitis media recurrente que los pediatras cada vez vemos más.
Hay una serie de factores de riesgo asociados, como las enfermedades virales del tracto respiratorio superior, la asistencia a guarderías o jardines maternales, hermanos mayores con antecedentes de OMA, bajo nivel socio-económico, hacinamiento, uso de chupete, lactancia materna ausente o inferior a 4 meses, fumadores en el hogar, especialmente si fuma la madre que es quien más cuida a los chicos, y la estacionalidad otoño/invierno.
El diagnóstico clásicamente se basa en los síntomas, la otoscopía, especialmente la otoscopía neumática, la timpanometría o impedanciometría. Los síntomas son inespecíficos, de ahí la necesidad de la otoscopía, y los más comúnmente asociados son la otalgia, la fiebre y la dificultad para dormir.
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En los últimos años se ha ido mejorando la incidencia de cultivos positivos de oído medio en la OMA. De un 49% de cultivos positivos en 1995, actualmente se obtiene una tasa de 70% de cultivos positivos, lo que se acerca a los parámetros internacionales con un 20 a 30% de cultivos negativos.
En cuanto a los gérmenes, en los pacientes de Buenos Aires y conurbano se observa un patrón bastante característico y estable a lo largo del tiempo. H influenzae no b está en primer lugar con 40-45%, le sigue el neumococo con 35-40%. Estos dos gérmenes representan más de 85%. Moraxella catharralís aumentó ligeramente en los últimos años y da cuenta de 8 a 9% de los aislamientos.
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Con respecto a la resistencia del neumococo, en 1994-1995 tuvimos un 26% de cepas resistentes a penicilina, en 1998-1999 la resistencia fue de 48%. Queda claro que los lugares donde más se expone al uso de betalactámicos y a la clonización de cepas resistentes, como el oído medio, la resistencia es mayor. Los lugares con menor exposición, por ejemplo las meninges, tienen menores tasas de resistencia en los aislamientos. La resistencia a cefalosporinas de tercera generación también aumentó en los últimos 4 años hasta un 8% de alta resistencia y 26% de resistencia intermedia.
En cuanto a los serotipos, en un estudio de 90 aislamientos de OMA con derrame, 50% de las cepas fueron del serotipo 14, 10% de 23F, 8% de 19F y el resto se repartió entre diversos serotipos. Aquí también el impacto del serotipo 14 es abrumador en Argentina. La resistencia fue también notablemente mayor para el serotipo 14. ¿Qué cubriría la vacuna heptavalente? Prácticamente el 70% de los serotipos que se aislan en oído medio. Si uno traslada esto a serotipos de resistencia, prácticamente todas las cepas resistentes están incluidas en la vacuna heptavalente.
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