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ONCOLOGIA/ PREVENCIÓN
Cáncer: un estilo de vida saludable reduciría hasta un 45% su incidencia, revisión sistemática
Este estudio analizó cómo repercute la adherencia a las directrices de prevención del cáncer en la reducción de la incidencia de esta patología.


Todas las evidencias científicas de las últimas décadas confirman que comportamientos modificables tales como una mala nutrición, la falta de actividad física, el exceso de ingesta de alcohol, el consumo del tabaco, y un peso corporal poco saludable serían los responsables de más del 30% de los casos de cáncer. Actualmente, en los Estados Unidos se estiman un 1.685. 210 de nuevos diagnósticos de cáncer anuales y se prevé que 595.690 personas morirán durante el 2016 por esta patología. Y si bien hay factores, como la genética o el medioambiente, que no garantizan que no se vaya a desarrollar esta enfermedad, una reciente revisión publicada en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention sugiere que las personas que se adhieren a las directrices de prevención del cáncer pueden reducir todas sus tasas de incidencia entre un 10 al 45 %, además del riesgo de muerte entre un 14 al 61%.

Para determinar esta asociación, sus autores, los investigadores de la Universidad de Arizona  y la Sociedad Americana del Cáncer analizaron 12 estudios publicados en los últimos 10 años sobre la adherencia a las guías de prevención de las principales organizaciones de cáncer, como la Sociedad Americana del Cáncer y el Fondo Mundial para la Investigación sobre Cáncer (FMIC). Los participantes de estos estudios tenían entre 25 a 79 años al inicio del estudio.

Los resultados de esta revisión, titulada "Adherence to Diet and Physical Activity Cancer Prevention Guidelines and Cancer Outcomes: A Systematic Review", mostraron que la adhesión a una buena nutrición y las pautas de actividad física está significativamente relacionada con una disminución de 10% a 61% en la incidencia de cáncer y la mortalidad global. Estas reducciones consistentes también se hallaron para la incidencia de cáncer de mama (19% -60%), el endometrial (23% -60%), y el cáncer colorrectal en hombres y mujeres (27% -52%). Sin embargo, los hallazgos para el cáncer de pulmón fueron equívocos, y no se encontraron asociaciones significativas en los cánceres de ovario o de próstata.

El autor principal del estudio, Lindsay N. Kohler, expresa como conclusión que “si bien los antecedentes familiares y los factores ambientales juegan un papel importante en el desarrollo del cáncer, la adhesión a las directrices de prevención también puede ayudar a reducir el riesgo de la enfermedad en los casos de predisposición genética, así como en otros tipos de cáncer”. Por lo tanto, indica que los médicos y todos  los funcionarios de salud pública deben seguir haciendo hincapié en las recomendaciones de prevención de esta enfermedad a todos los pacientes.