Ingresar a RIMA

Regístrese

  • Por favor ingrese su Código Llave

 

SALUD PÚBLICA/ GRASA CORPORAL Y MORTALIDAD
La grasa corporal elevaría más el riesgo de muerte que el tamaño corporal
Un reciente estudio en Annals of Internal Medicine analizó si los niveles de grasa son un mejor indicador de una muerte precoz que el índice de masa corporal (IMC).


El exceso de adiposidad, estimado con el índice de masa corporal (IMC), fue asociado con un mayor riesgo de muerte por cualquier causa en numerosos estudios publicados durante el siglo XX. Sin embargo, no toda la literatura científica sobre el tema está de acuerdo con esta hipótesis. Por ejemplo, una reciente meta-análisis halló que el sobrepeso se asoció con una disminución del riesgo de mortalidad, y que en la obesidad leve este peligro es similar a las personas con peso normal. Por lo tanto, estos recientes hallazgos han generado un debate dentro y fuera de la literatura médica, según un estudio difundido por la revista Annals of Internal Medicine que analizó si los niveles de grasa son un mejor indicador de una muerte precoz que el índice de masa corporal.

Esta investigación, "Relationship Among Body Fat Percentage, Body Mass Index, and All-Cause Mortality A Cohort Study", encontró que las personas que tienen más grasa corporal, independientemente de su tamaño, podrían presentar un riesgo más elevado de muerte precoz que las personas cuyos cuerpos tienen menos grasa. En contraste, tener un índice de masa corporal elevado no se asoció con la muerte temprana. De acuerdo al doctor William Leslie, profesor de medicina de la Universidad de Manitoba en Winnipeg, Canadá, e investigador principal del estudio, “la relación entre el tamaño corporal y la salud tiene más matices que la cifra que se ve en la báscula. Lo importante es la composición del cuerpo, no solo con cuánto pesa”. Asimismo, respalda la idea de que el IMC es una medida bastante rudimentaria que quizá no refleje la composición corporal de la persona, ni sea un buen indicador de la salud.

Para realizar este estudio, el Dr. Leslie y su equipo analizaron los datos de más de 54.000 adultos (de entre 60 y 69 años), que se habían sometido a un escáner DXA para medir la densidad ósea, lo que permitió realizar un estimado del porcentaje de grasa corporal de la persona. Y descubrieron que los hombres y las mujeres con las cantidades más grandes de grasa corporal tuvieron más probabilidades de morir entre los próximos 4 y 7 años. Y, paradójicamente, las personas con un IMC suficientemente alto como para caer en la categoría de "obesidad" no mostraron un incremento en el riesgo de fallecer. Además, en realidad fueron menos propensas a morir que los hombres y las mujeres con los IMC más bajos (de menos de 24 o 25), lo que incluye a personas en el rango de peso "normal".

La conclusión de estos investigadores es que este hallazgo obedecería a la llamada "paradoja de la obesidad". Esta consiste en un patrón observado en varias investigaciones: las personas con sobrepeso y moderadamente obesas que sufren de cardiopatías u otras enfermedades crónicas suelen vivir más tiempo que las personas más delgadas con las mismas afecciones. El Dr. Leslie cree “que en nuestra sociedad ha habido un mantra de que ser delgado es 'bueno' y pesar mucho es 'malo'. Pero que la realidad es que una alimentación saludable y el ejercicio regular son más importantes que ser delgado”.